Preparación
1
Unta con mantequilla dos moldes para hornear de 8 pulgadas de diámetro. Espolvorea el fondo del molde con harina.
2
Precalienta el horno a 350°F.
3
Mezcla bien la harina y el polvo de hornear. Divide en tres.
4
Bate la mantequilla y el azúcar a velocidad media hasta que adquieran un color muy pálido, casi blanco (unos 4 minutos).
5
Añade los huevos uno a uno y bate hasta que se incorporen totalmente a la mezcla.
6
Agrega la ralladura de limón y vainilla mientras sigues batiendo.
7
Agrega el jugo de naranja en un chorrito muy fino mientras continúas batiendo.
8
Sin dejar de batir, añade un tercio de la harina, seguido por un tercio del jugo. Bate hasta que se incorporen totalmente a la mezcla, agrega otro tercio de harina seguido por un tercio del jugo y bate hasta que se incorporen totalmente a la mezcla. Repite con la harina y jugo restante. Una vez incorporado el último tercio, debes tener una mezcla bien aireada y sin grumos.
9
Vierte la mitad de la mezcla en cada molde. Hornea hasta que introduzcas un cuchillo en el medio y salga limpio (alrededor de media hora). Cuida de que no se cueza excesivamente (debe estar dorado, pero no quemado).
10
Retira del horno y deja enfriar los pasteles a temperatura ambiente antes de sacar del molde.
11
Corta la costra que se formó encima nivelando los dos pasteles.
12
Unta el relleno de guayaba en uno de los pasteles del lado en el que cortaste la costra. Tapa con el otro pastel con el lado cortado tocando el relleno.
13
Decora cubriendo con el suspiro, añade decoración según tus habilidades.